Nuestra biografía digital.

  

Por Carlos Julio Feliz Vidal 

La red cambió la percepción del mundo.  Ya somos  lo que publicamos o lo que se publica de nosotros. Es nuestra biografía digital, la identidad que tenemos en la red, aquello que recogen y almacenan los buscadores tipo Google o que procesan las inteligencias artificiales.

Es posible que en la biografía digital, como en una fotografía mal hecha, se dejen elementos esenciales de nuestras vidas, como los nombres de los hijos, de los padres, hermanos, así como de los amores que fueron combustibles a la vida; la biografía digital es imperfecta porque se alimenta de la red y ésta se nutre de la única información de la que dispone, la que está almacenada en los buscadores, no así de la que publicamos en nuestros muros, a no ser que se suba a la red.

Para la red Carla Francheska, Amada Carla,    Carlos Julio y Carla Keren Féliz no son mis hijos, aunque todos los años yo los felicite en Facebook, si esta información no sube a un medio digital.

Así en mi biografía digital   ellos sólo serán mis hijos cuando aparezcan  en un medio digital,   que alimente la red y así será con cualquier otro dato de nuestras vidas. Seremos médicos, obreros, artistas o vocingleros, si se ha publicado que lo somos en la red, porque esta sólo conoce de la información que dispone.

Si quiero que Julio Féliz Matos y Altagragracia Vidal, mis padres biológicos, que Griselda Máximo, Luis Ernesto, Julio Cesar, Octavio Antonio, Pablo y Victor Manuel, mis hermanos, figuren como tales en la red, debo publicarlo o que otro lo haga en un portal de Internet o su equivalente.

La biografía digital siempre será incompleta. La biografía digital es manipulable, puede editarse, borrarse, acomodarse,    también puede no llegar a existir porque ningún dato nuestro figure en la red. Hay personas cuyo único dato digital se hace cuando mueren.

En la biografía digital sólo somos un producto de la información, un relato fragmentado de la vida.

La biografía digital, sin embargo, puede marcar positiva o negativamente nuestras vidas, de ahí que debamos prestarle cuidado.

Al publicar nuestras opiniones en medios que suben a la red información, al aportar datos  de nuestros quehaceres, gustos, familias, amigos, etc, también vamos haciendo nuestra biografía digital y la de  las personas que mencionamos, busquemos o no ese resultado.

Esta información que sube a la red puede no ser nuestras vidas, pero es un retrato digital  de cómo  ella nos ve.