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SANTO DOMINGO: Antonio Espaillat preguntó por bebidas en almacén tras la tragedia del Jet Set, según testimonio ante el MP

 


SANTO DOMINGO.– A pocos días del colapso del techo en la discoteca Jet Set, que dejó 236 personas muertas y más de 180 heridas, Antonio Espaillat, uno de los propietarios del establecimiento, sostuvo su única conversación con un empleado del centro para preguntar si ya se podía retirar la bebida almacenada en el local, según reveló un testimonio ante el Ministerio Público.

La información fue ofrecida por Manuel Jiménez Mateo, encargado de mantenimiento de RCC Media y colaborador habitual del Jet Set desde 2019, durante su declaración jurada recogida en un documento al que tuvo acceso El Informe con Alicia Ortega.

De acuerdo con Jiménez, el encuentro se produjo en las oficinas de RCC Media, ubicadas en la calle Alberta Larancuent, del sector Naco, donde Espaillat le pidió verificar si las bebidas aún se encontraban en el local y si podían ser retiradas. Según el testigo, esa fue la única conversación que sostuvieron tras la tragedia ocurrida el pasado 8 de abril.

Jiménez también aportó detalles técnicos sobre las condiciones del centro nocturno, señalando que, durante su tiempo en el lugar, las lluvias frecuentes provocaban filtraciones en el interior debido a acumulación de agua en las casetas de los aires acondicionados, lo que mojaba alfombras y comprometía el techo del establecimiento.

En su testimonio, Jiménez indicó que trabajaba junto a otros empleados como José Luis García, José Valdez y dos ciudadanos haitianos identificados como “El Grande” y “Caballito”, quienes según declaró, ya no se encuentran en el país debido a su estatus migratorio irregular.

Estas nuevas declaraciones se suman al cúmulo de pruebas que maneja el Ministerio Público para sustentar las acusaciones de homicidio involuntario contra Antonio y Maribel Espaillat, propietarios del Jet Set, quienes según la investigación, fueron advertidos del deterioro estructural del local días antes del colapso.

El país continúa a la espera de las medidas de coerción que serán conocidas esta semana, mientras crece la presión social y mediática por una respuesta judicial firme ante una de las mayores tragedias en la historia reciente del entretenimiento en República Dominicana.

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