Titulares

Opinión: En defensa de la hija de Rubby Pérez, Zulinka Pérez.

 


La Familia Espaillat bajo acusación de homicidio involuntario, ha presentado como estrategia de defensa, documentos, fotos y evidencias entre los que se encuentra un acto notarial donde Zulinka Pérez, hija de Rubby Pérez, icono del merengue fallecido en la tragedia del Jet Set firma haber recibido una compensación económica de un millón de pesos dominicanos.

Al darse a conocer el documento que la joven hija del popular merenguero firmó, ha surgido una avalancha de opiniones y comentarios, muchos de buena fe, otros con marcado morbo, que pueden afectar la imagen de la joven artista, especialmente porque el tema se ha confundido en su alcance técnico al atribuirle efectos jurídicos que no tiene.

El referido documento nada tiene que ver con una indemnización por la muerte de Rubby Pérez; se trata de una cuestión personal, por un daño directamente sufrido por ella a consecuencia de la cesantía laboral, gastos médicos, etc. porque Zulinka también fue víctima del colapso, sufrió daños emocionales, pérdidas económicas, que en nada guardan relación con los valores que pueda recibir la familia Pérez por la muerte de Rubby Pérez. 

Ella vivió en carne propia la caída del Jet Set, fue parte de las víctimas, además de sufrir las consecuencias del cese de la actividad a la que se dedicaba, lo que también le ocurrió a su esposo, porque ambos eran empleados de la Orquesta de Rubby Pérez, es decir, que en lo económico no son personas adineradas.

En igual situación quedaron otros músicos y personal de la Orquesta de Rubby Pérez que sobrevivieron la Tragedia y nada malo han hecho al recibir una compensación.

El merengue es uno de los géneros en crisis; mantener una orquesta y una plantilla de empleados para amenizar fiestas, como lo hacía Rubby Pérez le daba estabilidad a los músicos, que disponían de un salario fijo, incluyendo a Zulinka y a su esposo. La muerte de Rubby Pérez dejó sin producción a ese personal y la joven asumió continuar con la orquesta tiempo después del fallecimiento de su padre, lo que es loable desde muchos puntos de vista.

La muerte de un ser tan cercano como el padre en un escenario donde ella pudo ver y vivir la tragedia, ha afectado a esta joven más allá de lo que cualquier persona puede pensar. Ella hubiese preferido tener a su padre vivo y no cien millones de pesos.

No es bueno que la coloquemos de nuevo bajo el techo del Jet Set, no ha hecho nada ilícito, no ha traicionado ni la memoria de su padre ni los sentimientos del pueblo, al recibir una suma de dinero para compensar sus propios daños, no como indemnización por la muerte de la voz más alta del merengue.

Sigo creyendo que la tragedia del Jet Set ha afectado al pueblo dominicano como ningún otro acontecimiento de muertes colectivas, básicamente porque con las tecnologías de la comunicación la hemos vivido en todas sus etapas, día tras día. También entiendo que nuestras emociones no deben sustituir el Derecho, en lo penal ese tema tiene muy poca sanción si prospera la teoría del homicidio involuntario; en el ámbito de la Responsabilidad Civil llenará varios sacos de dinero, porque son muchas las víctimas directas y las indirectas del siniestro.

Es tiempo de ir dejando espacio a otros temas menos dolorosos y que los tribunales y abogados cumplan con las funciones que la Ley pone en sus manos. 

Habrán acuerdos de los que nunca nos vamos a enterar, porque estarán protegidos por cláusulas de confidencialidad, en el caso de Zulinka el documento es ordinario, corriente, y por lo tanto, podía depositarse en un tribunal y tener la prensa acceso al acto.

Reitero, no creo que sea justo cuestionar a alguien que no ha quebrantado ninguna norma, que no ha comprometido el futuro de las acciones que vienen intentando los parientes de Rubby Pérez.

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